¿Qué gana tu hijo
cuando lo castigas sin entrenar? Esta es una buena pregunta, ya que, en nuestra
sociedad es fácil encontrar a un niño que se porte mal o que en el colegio
saque malas notas y como consecuencia de ello sea castigado sin realizar el
deporte que practique, bien sea entrenar o jugar los partidos. Pero, ¿Es esto
realmente bueno para ellos?
Esta situación puedo decir que la he vivido y no
solo eso, la he experimentado, ya que, de pequeño mi padre me tuvo amenazado
siempre consciente de lo que me gustaba a mí jugar a futbol con prohibirme
jugarlo si suspendía una asignatura en el instituto. Pero no solo eso, además
al haber sido entrenador de equipos de categorías inferiores de niños de mi
pueblo esta situación la he vivido, ya que, más de una vez un niño no ha
acudido a entrenar y me ha llamado el padre o la madre diciéndome que está
castigado por suspender los exámenes. También tengo un amigo al que su hermano
(que es un gran jugador) se le ha prohibido jugar a futbol al suspender varias
asignaturas y hacerle elegir entre el futbol y la play station, a lo cual
eligió la segunda opción pero eso es un tema de el que no voy a reflexionar
.
Yo siempre había creído
que la acción de castigar a un niño con lo que más le gustaba aunque esto fuera
su deporte era una buena opción de hacerle centrarse también en sus estudios,
ya que, como he dicho a mí me tuvo así mi padre y yo siempre aprobé todo porque no podía imaginarme sin
futbol. Pero, basta con leer este gran artículo publicado por Yolanda Cuevas para ver que no es así y
que es todo lo contrario. Cuando castigamos a nuestro hijo sin practicar su
deporte estancamos un gran número de cualidades, valores y de beneficios que
desarrolla al practicarlo y que un niño de estas edades necesita desarrollar y
aprender. Entre ellos prevenir enfermedades, la obesidad, desarrollar
cualidades motrices, su desarrollo físico y mental, la experimentación de la
derrota y la victoria (y como aprender a encajar las dos) y muchas más.
Esto es sumamente
importante para ellos y por tanto, deberían buscarse otras formas de tratar que
se implique en los estudios y que ello no suponga ninguna desventaja para él o
ella. Como podemos leer en el artículo un castigo debería ser algo que le
suponga hacer un esfuerzo y que no sea malo para él , ya que, si les castigamos
sin entrenar dicen que les da igual ya que no tiene que hacer el esfuerzo que
tenía que hacer.
Para evitar el tener
que castigarle sin entrenar principalmente se debería hacer un planning del día
en el que el niño disponga de su tiempo para entrenar y su tiempo para el
estudio entre otras actividades, ya que, en un día hay tiempo para TODO y más
en esas edades.
Por otro lado un castigo para ellos debería ser un castigo como
ya hemos dicho que le suponga un esfuerzo y que sea algo que no les acabe de
agradar para tratar de que entienda que si no quiere hacer esa acción tiene que
estudiar y centrarse en ello. También está de moda el castigo sin los
videojuegos, ya que, los niños suelen pasar mucho tiempo en frente de la
pantalla del ordenador o de la play station, este castigo dentro de lo que cabe
puede ser más aceptado porque los videojuegos no suponen tantos beneficios como
el deporte aunque algunos si que ayudan a que tengan una agilidad mental.
La verdad es que este
es un tema sumamente importante, porque aunque es muy difícil que los niños
acaben viviendo del deporte no debemos privarles de él, ya que, nunca sabemos
que puede pasar y quizá puedan llegar a algo. Solo hay que fijarse en los
grandes deportistas de nuestro país y pensar que hubiera pasado si por
suspender les hubieran privado del deporte, ahora mismo seguramente no estarían ahí. Claro ejemplo de esto es Iker Casillas, el portero del Real Madrid que
dijo una vez en televisión que era un pésimo estudiante pero hoy en día es uno
de los mejores deportistas del país con un gran palmarés.
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